Grabado sobre cristal, realizado a mano, de una ilustración de Santiago Martinez Delgado, publicada el año 1941 en el libro "ANARKOS", de poemas de Guillermo Valencia.
El grabado, totalmente artesanal, está diseñado como fuente de iluminación débil y cálida, con luz led en su interior.
Grabado realizado por Antonio Puyol, del grupo "ARTECOR".
El músico,
doblando la cabeza
sobre la débil caja
de su violín sonoro,
dice la voz que de los cielos baja
como un perfume del jardín de oro,
y, agarrando del cuello enflaquecido
al tísico instrumento,
lo hace gritar con trágico alarido,
y con ahogados trémulos simula
el sollozo de un mártir que se queja
bajo el negro dogal que lo extrangula;
y sobre todos flota,
como un sueño de amor en la noche larga,
la paz del arte que su duelo embota
y su llagado corazón embarga.
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